E-commerce

E-Commerce: una de las formas de vender online más efectivas

Internet nos propone una completa infraestructura desde la que cualquier persona, tanto empresa como particular, puede montar su propio negocio online… otra cosa es que pueda tener éxito.

Montar un e-commerce puede suponer toda una experiencia empresarial, pero conviene tener muy claro que no es una fórmula mágica en donde empezaremos a ganar dinero de la noche a la mañana.

Requiere de mucho trabajo antes de conseguir resultados: tendremos que encontrar un proceso en un nicho que tenga hueco en el mercado, trabajar con buenos márgenes de precios, llevar a cabo una estrategia de marketing para atraer tráfico de calidad y que así se pueda concluir con la venta, entre otras consideraciones.

Vamos a empezar por el principio:

¿Qué es e-Commerce?

El término de e-Commerce hace referencia a comercio electrónico. Es un concepto bastante genérico que se utiliza como definición de cualquier negoció o transacción a través de Internet que implique la transferencia de información online.

De esta forma, no solo nos estamos refiriendo a una tienda online que venda ropa o tecnología, sino que el concepto también podría incluir páginas de intercambios comerciales de bienes y servicios, de música, subasta, entre otros tantos.

Este comercio se encargará de gestionar las transacciones y ofrecer sistemas de pago a través de medios electrónicos.

Un error muy habitual, como ocurre con mucha terminología en Internet, es confundir el concepto de e-Commerce con el de e-business.

Con e-commerce nos referimos a un proceso que incluye transacciones de bienes/servicios entre compradores y vendedores. Sin embargo, el e-business habla del proceso completo que se debe gestionar para que sea posible la existencia del e-commerce.

Para que lo entendamos, dentro del e-business se incluyen varias áreas, como puede ser la gestión de stock que se va a llevar a cabo, la estrategia de e-mail marketing o de la inbound marketing que se va a llevar a cabo, la de posicionamiento, promociones de ventas, entre un largo etcétera.

Tipos de eCommerce

Para tener más claro el proyecto online que se va a montar, los eCommerce existentes se clasifican en grandes grupos. Vamos a ver dos tipos de clasificaciones:

Según al perfil al que se orientan

B2B (Business to Business)

Es aquel tipo de eCommerce en el que se llevan a cabo transacciones entre empresas. Rompe con el sistema tradicional en el que existe la empresa por un lado y el cliente por otro.

Estos negocios son masivos, ya que se trabaja con cientos o miles de entidades, con independencia de si estamos hablando de clientes o de proveedores.

Montar un eCommerce B2B requiere de inversiones muy elevadas, pero, a cambio, se obtienen altos beneficios competitivos sobre las fórmulas convencionales.

B2C (Business to Consumer)

Es el tipo de eCommerce que mejor conocemos. Estamos hablando de empresas que tienen como cliente final a los consumidores del servicio o del producto en cuestión.

Podemos encontrar muchos ejemplos en el mercado, destacando las tiendas online de moda, de tecnología, especializadas en calzado, etc.

C2B (Consumer to Business)

Son aquellos portales en los que el consumidor publica un determinado producto/servicio y se lanza una puja para poder quedarnos con ellos. Finalmente, el producto se lo termina quedando el mejor postor. Un buen ejemplo de este tipo de página la tenemos en eBay.

C2C (Consumer to Consumer)

Finalmente, este modelo de negocio es aquel que se encarga de la venta de productos entre consumidores.

Wallapop podría ser un buen ejemplo de esto, aunque hay muchos portales de artículos de segunda mano que también entraría dentro de dicha definición.

Según el modelo de negocio

Teniendo en cuenta la forma de generación de ingresos, o la manera en la que se produzca el intercambio entre la tienda y el vendedor, nos encontramos con estas clasificaciones:

E-Commerce con catálogo propio

Es aquella tienda online que cuenta con un catálogo propio y con un sistema de control de stock.

Por ello, necesitará de un lugar en donde lo pueda almacenar hasta enviarlo al cliente, tendrá que trabajar con empresas de transporte, le hará falta un sistema de control de stock, controlar el inventario y llevar a cabo cualquier otro tipo de acción relacionada.

Sistema de Dropshipping

Este sistema es muy curioso porque el cliente lo concebirá igual que el anterior, pero de cara al propietario de la página existirían diferencias importantes.

El vendedor no tiene el producto en su poder, sino que se convierte en un intermediario entre el fabricante el cliente.

El vendedor crea la web, añade los productos al catálogo y espera las ventas. En cuanto estas ocurren, hace el pedido al proveedor (aunque el sistema también puede funcionar de manera automatizada) y este último lo envía al cliente final.

En este envío no se incluirá ninguna figura ni ningún otro elemento que pueda delatar quien es realmente el proveedor.

Este sistema permite ahorrar costes (el vendedor se olvida por completo de la gestión del producto, de su stockaje, de elegir la empresa de transporte…). Sin embargo, es más complicado encontrar precios competitivos de esta manera.

Afiliación

Digamos que los ecommerce de Afiliación están un paso por detrás del Dropshipping.

El vendedor no solo no tiene el artículo en su poder, sino que el proceso de venta ni tan siquiera se cierra en su web.

Digamos que se crea una página escaparate desde la que se persuade al cliente para que haga la compra de producto o contratación del servicio. Para ello, se le informa sobre las características del producto, se incluyen imágenes, vídeos y cualquier otro recurso, como en una tienda online convencional. En el momento de hacer la compra, encontraremos un enlace directo a la página en donde se vende.

Un buen ejemplo de este tipo de páginas lo encontramos en el sistema de afiliados de Amazon.

Lo único que se necesita es enlazar los enlaces de Amazon afiliados en cualquier plataforma online. Si el cliente hace la compra a través del mismo, el vendedor propietario del enlace se hará con una interesante comisión.

Membresía

El sistema de venta por membresía se centra en conseguir una compra recurrente a través de una suscripción en un tiempo determinado (esta podría llevase a cabo tanto de forma semanal, mensual, bimensual, anual, etc.).

Aunque el sistema de membresía es muy común en el mundo de los servicios, cada vez son más las empresas las que lo están probando con éxito en artículos físicos. Un buen ejemplo de ello es la página On That Ass, en donde puedes recibir calzoncillos de forma mensual a través de un sistema de suscripción.

También existe este sistema en cajas sorpresas, en ropa, calzado, cerveza, etc.

Sistema de marketplace

Un marketplace es la evolución de la clásica tienda online. Es un ecommerce que no se limita únicamente a un tipo de artículo, sino que tiene un amplio catálogo debidamente categorizado para ayudar al usuario a encontrar todo lo que necesite.

Amazon es un claro ejemplo de marketplace.

Pros y contras de los ecommerce

¿Estás pensando en montar un ecommerce? Como cualquier tipo de negocio, existen algunos pros y contras que tendremos que sopesar antes de tomar una decisión tan importante:

Pros

1.     Eleva la cantidad de clientes

Una tienda física, incluso aunque pueda tener diferentes delegaciones a lo largo del país, no se puede soñar con alcanzar el alcance de un eCommerce.

Piensa que el cliente puede comprar en este tipo de plataformas, con independencia de su ubicación. Además, gracias al avance de las tecnologías, lo único que necesitará será usar su teléfono móvil y una conexión a la red para terminar la gestión.

Gracias a las herramientas actuales, es posible segmentar el mercado, de tal forma que nos podamos orientar exactamente al tipo de cliente al que queremos vender.

Así, por ejemplo, podemos decidir si vamos a lanzar una campaña tan solo a nivel local (para un pueblo o ciudad), a nivel nacional (para todo el país) o hasta a nivel internacional (disponible para todo el mundo, o para países específicos).

2.     Página abierta las 24 horas

Una de las ventajas que más nos seducen de las tiendas online es su disponibilidad: podemos comprar en las mismas las 24 horas del día, durante los 365 días del año. Aunque el pedido no empezará a tramitarse hasta que sea horario lectivo, el comprador podrá terminar el proceso en cualquier momento, sin estar limitado a un horario.

Así podemos cubrir un mercado que no podríamos hacer con una tienda física tradicional.

3.     Reducción de costes

Un establecimiento físico entraña una serie de costes que nos pueden arruinar antes de que el negocio sea funcional. Tendremos que pagar una serie de permisos de apertura e invertir en mano de obra.

Con un eCommerce se reducen los costes: ni tendremos que pagar por tantos permisos, ni hará falta tanta gente para que lleve el negocio (si está empezando, lo podemos llevar nosotros mismos).

Si estamos hablando de un sistema de Dropshipping, nos ahorraremos hasta los gastos de producción.

4.      Escalabilidad

Otra ventaja a contemplar si queremos montar un eCommerce es la escalabilidad. Esto quiere decir que es posible vender tanto a una persona, como a cientos de ellas al mismo tiempo.

Esto no ocurre en un establecimiento físico: en el momento en el que nuestros empleados estén con un cliente, el resto tendrá que esperar. En una tienda online dependemos de la capacidad del servidor… pero si vemos que en algún momento se queda algo corto y los procesos se empiezan a congestionar, será tan sencillo como mejorar el plan del servidor que tenemos.

Contras

1.     Compra de productos que no se pueden ver o tocar

Algunos productos son complicados de vender online porque el consumidor tan solo tiene tus imágenes y la descripción de los mismos antes de decidirte. Es decir, se tiene que fiar de ti, y esto es difícil.

No obstante, hay formas de resolver esto:

  • Añade la máxima cantidad de imágenes posible. Intenta agregar imágenes propias, que no sean las misma que tenga cualquier otra tienda online que venda lo mismo.
  • Crea vídeos para que puedan ver el producto o servicio en movimiento.
  • No dudes en crear una descripción que sea lo más detallada posible. Además de elevar las posibilidades de que el cliente se dedica por el artículo o servicio, también mejorará tu posición respecto a los buscadores (esto entra dentro del posicionamiento SEO).

2.     Mayor competencia

Como ya hemos comentado, montar un eCommerce está a la altura de todo el mundo. No hace falta hacer una gran inversión inicial: de hecho, si montamos un sistema de Dropshipping o un blog con sistema de afiliados de Amazon, tan solo tendremos que invertir en servidor + dominio + creación de la web.

Esto significa que la competencia con la que te tendrás que enfrentar será muy alta.

3.     Tiempo

En el momento en el que abres una tienda física, es bastante normal que los clientes estén esperando detrás (con poner un cartel de inauguración y hacer publicidad será suficiente). En un negocio online es complicado conseguir visibilidad.

Aunque tengas el mejor producto del mercado, a un precio competitivo, y una plataforma que marque la diferencia, si no trabajas la visibilidad no llegará nadie a la web. Tendrás que buscar la manera de conseguir que tu web aparezca en las primeras posiciones de Google porque, de lo contrario, ya te puedes despedir de clientes.

Lo más recomendado es dejarlo en manos de un experto.

Conclusión: ¿Vale la pena montar un eCommerce a día de hoy?

Vale la pena, pero el usuario que se decida a llevar a cabo este proyecto debe tener presente que va a ser muy exigente, y que no va a obtener resultados de la noche a la mañana. También debe considerar que hay trabajo mucho más allá de crear la web e introducir las referencias en el catálogo.

Una estrategia que siguen muchos usuarios es tener varias tiendas que cubran diferentes nichos, o apostar directamente con un gran marketplace.

Ten en cuenta estas consideraciones y podrás empezar a montar tu propio eCommerce de éxito.