Entrevista a la diseñadora de marcas e identidades dinámicas Laia Vives

Voy a empezar una serie de entrevistas a mujeres freelance en este blog. Lo de mujeres ha sido casi sin querer, básicamente porque por algún motivo (marketiniano, segurísimo) acabo teniendo más feedback y diálogo con mujeres freelance que no con hombres. Por el otro lado, creo que está muy bien saber la realidad de estas freelancers. En España sólo 4 de cada 10 autónomos nuevos son mujeres. Y esto ha sido así a lo largo de los años, así que realmente tenemos más autónomos hombres que no autónomos mujeres.

Laia Vives, diseñadora especializada en marcas e identidades dinámicas
La primera entrevistada es Laia Vives. Como ella misma se define, Laia es diseñadora especializada en marcas e identidades dinámicas. Es decir, no es diseñadora “a secas”, sino que se ha especializado en ofrecer un servicio más concreto y diferente. De esta manera, puede ofrecer un plus a sus posibles clientes y puede diferenciarse de la competencia.

1. ¿En qué momento supiste que te dedicarías a ser freelance? ¿Crees que es una actitud que se lleva en la sangre? ¿Crees que ser freelance es un estilo de vida, que va más allá de la elección de una manera de ganarse “el pan”?

Índice de contenidos

En mi caso surgió un poco por inercia. Volví a Barcelona en 2013, en plena crisis económica, después de haber estado en Sao Paulo dos años. Fue una experiencia súper enriquecedora a nivel profesional (Brasil estaba en pleno crecimiento económico) y sabía que en Barcelona el tema estaba bastante más complicado. Así que, mientras buscaba un trabajo que pudiera convencerme, empecé a trabajar como freelance.

En Brasil había estado estudiando y trabajando a la vez, así que tenía muchas ganas de aplicar todo lo aprendido. La mayoría de ofertas de trabajo que encontraba no conseguían satisfacer mis expectativas en cuanto a crecimiento profesional. No me preocupaba el dinero, si no que el trabajo fuese lo suficientemente estimulante. Sin embargo, como freelance estaba lidiando con muchos temas que los trabajos por cuenta ajena no me habían aportado en 7 años y eso me atrapó. Soy bastante “culo inquieto” y necesito que mi trabajo sea dinámico y cambiante para mantenerme motivada. Cuando algo se vuelve rutinario y monótono me canso y lo dejo.

No sé si describiría ser freelance como una actitud que se lleve en la sangre. Seguro que hay personas que desde siempre han tenido muy claro que querían montar su propio negocio. Pero en mi caso probé por simple curiosidad, me gustó y fui a por ello. Lo que sí puedo decir es que para ser freelance hay que estar muy dispuesto a trabajar mucho, ser flexible, despierto y querer aprender continuamente. Sobretodo en los tiempos que corren. Internet está revolucionando muchas áreas y el conocimiento está a unos pocos “clics”. Si no lo aprovechas tú, lo hará otro.

2. ¿Cómo te sentiste cuando finalmente diste el paso? Muchos me preguntan cuándo hay que dar el paso de darse de alta como autónomo, cuándo es el mejor momento… por eso creo que es importante saber cuándo diste el paso y qué te hizo decidirte. Puede ser haber conseguido un buen cliente, lanzarse sin más… cuéntanos un poco tu experiencia.

Estuve 2 meses trabajando sin ser autónoma y finalmente di el paso. Tenía bastante claro que quería hacerlo cuanto antes porque no quería que fuese un problema para conseguir clientes. Al ser mujer y menor de 35 pude aprovechar la tarifa plana y me pareció que pagar 50€ al mes era asumible. Tenía varios clientes que había conseguido a través de amigos y conocidos, así que me vi capaz de tirar adelante.

3. ¿La gente de tu entorno se opuso o te ayudó?

Mi familia siempre me ha apoyado en todas mis decisiones. Siempre he sido bastante atrevida e independiente. He viajado sola, he hecho puenting, bungee jumping, he practicado deportes de riesgo… Hay muchas personas muchísimo más valientes que yo, pero supongo que para una madre no debe resultar fácil dejar que su hija tome sus propias decisiones cuando son un poco arriesgadas. Creo que la decisión de ser autónoma fue la menor de sus preocupaciones.

Otro apoyo que para mí ha sido esencial ha sido el de mi pareja. No solo me ha apoyado, si no que siempre está disponible para echarme una mano cuando lo necesito. Todo lo que hago siempre pasa por su filtro.

Y mis amigos también me ayudaron muchísimo. Corriendo la voz, recomendándome en sus empresas, conocidos…

En este aspecto no puedo estar más agradecida.

4. ¿Cómo lo haces para conseguir clientes? ¿Sigues alguna estrategia de marketing o eres más bien… de ir haciendo lo que se te ocurre?

En estos dos últimos años he hecho un cambio bastante radical. Empecé haciendo lo que se me ocurría, que tampoco era mucho porque nunca me faltó trabajo y creía que eso significaba que me iba bien. Pero poco a poco fui haciendo cursos, leyendo blogs, observando cómo trabajaban otros profesionales y fui descubriendo que, una cosa es tener clientes, y otra muy distinta tener los que tú quieres. Y ahí es cuando te hace falta idear un plan.

Ahora mismo sigo una estrategia de captación a través de mi página web. He empezado a escribir un blog, que aunque era un poco reticente al principio, es una herramienta muy potente para transmitir lo que sabes y explicar cómo puedes ayudar a los demás. También hago Email marketing y captación de suscriptores a través de un lead magnet. Pero necesito promocionarlo más porque no me está dando unos resultados óptimos.

Por otro lado, tengo en mente empezar a hacer alguna acción que me de más visibilidad. Entrevistas como ésta son una buena manera de conseguirlo y creo que debo buscar más oportunidades parecidas. Puedo ser muy atrevida, pero también soy muy tímida y me cuesta darme a conocer. La globalización y el entorno online ofrece muchas oportunidades, pero también hace que el entorno sea más competitivo y hay que destacar de alguna forma.

5. ¿Has hecho anuncios en Facebook o te has promocionado pagando algún anuncio? Si es así, ¿qué tal la experiencia?

Todavía no, es el próximo paso que quiero dar. Quiero probar con Facebook Ads y con Google Adwords. Me gustaría contar con gente especializada que a la vez pueda orientarme y explicarme cómo funciona. Sé que puede ser más caro que simplemente contratar el servicio o ponerme yo misma, pero me gusta tener el control y para ello necesito entender cómo funciona.

Bodegón por Laia Vives

6. ¿Cuál ha sido tu peor momento como freelance?

Creo que no tengo un momento concreto que recuerde como tal. Pero sí he pasado por momentos que me han incomodado mucho y también he tenido momentos de inseguridad que si no aprendes a superar, pueden hacerte abandonar. 

Lidiar con según qué clientes puede ser muy desmotivador, sobretodo cuando ves que no te valoran por tu trabajo. Es importante saber dónde quieres poner tus límites y aprender a decir “NO”. Cuando no sabes hasta dónde estás dispuesto a ceder, sueles darte cuenta cuando ya estás de lleno en la situación incómoda, provocando mucha frustración. Es bueno aprender de los errores, pero también es importante no caer una y otra vez con la misma piedra.

Con las inseguridades hay que aprender a vivir. Tenerlas en cuenta para trabajarlas y mejorarlas, pero saber ignorarlas en los momentos clave. Con esfuerzo y paciencia, la recompensa acaba llegando.

Proyecto de Laia Vives

7. ¿Y el mejor?

Creo que todavía no lo he tenido. Es decir, para mi todos los días son geniales y tengo la suerte de poder dedicarme a lo que me gusta. Por desgracia, no todo el mundo puede decir lo mismo. Creo que me ha ido bastante bien hasta ahora, pero al no haber tenido un objetivo definido resulta difícil valorar cómo me fue realmente. Ahora tengo el auténtico reto. Sé qué quiero conseguir y a quién quiero ayudar. Cualquier cosa que me permita estar un poco más cerca de este objetivo será motivo de celebración. 

8. ¿Qué le dirías a alguien que está empezando y que no sabe cómo conseguir los primeros clientes?

¡Uf! Muchas cosas.

Creo que los primeros clientes son los más fáciles de conseguir. Es decir, si corres la voz entre amigos y familiares, siempre aparece alguien que necesita algo que tú puedes ofrecer. El auténtico reto viene cuando ya has trabajado para la gente que te conoce y necesitas llamar la atención de aquellos que no saben siquiera que existes. La visibilidad y tu propuesta de valor son claves y si eres tímido lo tendrás más difícil, pero no imposible.

Hay que aprovechar esta primera fase para conocerse a uno mismo. Ver en qué proyectos te sientes más cómodo, en cuáles no disfrutas, con qué personas te gustaría trabajar… Si más adelante quieres enfocarte en un nicho concreto, esta primera fase te dará una idea de qué camino debes seguir.

Tener una página web propia puede ser muy buena opción si vas a utilizarla como herramienta de captación. Pero si solo quieres una página web por “si me buscan en Google” y para mostrar tus trabajos, mejor opta por herramientas como Behance, Domestika, Dribble, Linkedin… Cuando tengas un objetivo y un target definidos, entonces diseña tu web para conseguir ese objetivo.

Rodearse de buenos profesionales. Cuando empezamos queremos abarcar mucho, lo cuál está bien porque te permite conocer cada área y saber qué puedes pedir y que no. Pero también es importante aprender a renunciar a trabajos que otro podría hacer mejor. Cuando empiezas a contar con buenos colaboradores, te centras en tu especialidad, la calidad de tus trabajos aumenta considerablemente y eso a la larga te permite atraer mejores clientes.

Y un último consejo, aunque no sirva directamente para conseguir clientes. Aprender a llevar los números más allá de lo que cuesta la “cuota de autónomos” y “qué necesito para vivir”. Tener un control anual para aprender a anticipar y decidir cuánto quieres invertir en publicidad, cursos, programas… Lo que sea. Pero invierte en ti y tu negocio. Cuando tienes esto en cuenta, consigues fijar mejores tarifas y tener mejor maniobra.

9. ¿Te costó aceptar que ser freelance implica saber vender? ¿Fue algo que tuviste que trabajar o ya “naciste” con esta actitud?

Vender y venderme se me da muy mal. Para mi la clave ha sido dejar de pensar en primera persona y centrarme en que tengo una misión y un mensaje que transmitir para ayudar a un grupo de personas determinado.

Me siento más cómoda con estrategias de atracción que de venta pura y dura. Pero soy consciente que saber vender también es muy importante. Conozco donde están mis límites y donde no pueda llegar, quiero contar con gente experta.

10. ¿Alguna vez has dicho que no a un cliente porque viste que no os entenderíais?

Sí, más de una. Y no solo por falta de entendimiento.

Utilizo un sistema que me permite conocer las necesidades y expectativas del cliente antes de empezar el proyecto, y así valorar si soy la persona más indicada para ayudarle. Si no lo soy, le explico porqué e intento recomendarle alguien más adecuado. Adaptarse a las necesidades del cliente está bien, pero debemos ser conscientes de cuáles son nuestros límites. Tanto si el proyecto se nos queda grande, como si se nos queda corto.

Si el cliente entiende qué puede esperar de nosotros y qué problema concreto resolvemos, será más fácil que nos recomiende o que se acuerde de nosotros cuando alguien tenga esa necesidad concreta.

11. ¿Te costó mucho establecer tus tarifas?

Me costó y me sigue costando. Intento “paquetizar” mis servicios para no perder mucho tiempo en ello.

Cuando empezamos, tendemos a creer que debemos fijar precios económicos para conseguir los primeros clientes, sin ser conscientes que eso ya nos posiciona respecto a los demás y quitarse esa etiqueta no será fácil. Si eres muy barato, te van a recomendar por ser barato y atraerás clientes que busquen precio barato, no calidad.

Hay que fijar los precios teniendo en cuenta los gastos, pero también hay que tener en cuenta cómo queremos ser percibidos y trabajar para conseguir ese objetivo.

12. ¿Crees que es primordial establecer colaboraciones y sinergias con otros profesionales para poder tener éxito siendo freelance? Además, claro está, de reducir la soledad que puede llegar a tener un freelance.

Es imprescindible. No se puede ser bueno en todo y si te encargas de hacer muchas cosas siempre estarás condicionado por tus propios límites. Hay que pensar en el cliente y darle lo que le dé mejor resultado. Cuando cuentas con colaboradores, tus proyectos mejoran enormemente y la satisfacción del cliente es incluso mayor. Un cliente satisfecho es la posibilidad de conseguir muchos otros si te recomienda.

Luego también está la satisfacción y aprendizaje personal al trabajar con otros profesionales. Conoces otras formas de trabajar y de organizar los proyectos, aprendes de los conocimientos de los demás y a tener en cuenta otros puntos de vista.

Para mi la clave está en rodearse de colaboradores que compartan tu misma visión y valores.

13. Añade lo que quieras.

Primero agradecerte la oportunidad de explicar mi propia experiencia a través de esta entrevista. Espero que pueda serle útil a todas aquellas personas que estén pensando en dar el paso o no. Les animo a que lo hagan y que no tengan miedo a equivocarse.

Me llamó mucho la atención una frase que dijiste en tu webinar: “el futuro es de los freelance”. Creo que es una frase muy acertada. Cada día surgen nuevas iniciativas y plataformas de co-creación que pueden ser una gran oportunidad para crecer como profesionales.

También creo que las empresas deberían empezar a vernos de otra forma. A día de hoy, todavía se nos utiliza como falsos autónomos o como una ayuda extra de última hora, desaprovechando nuestro verdadero potencial. Cada vez tenemos más conocimiento emprendedor y podemos aportar muchísimo más que un precio/hora. Además, para nosotros también sería una oportunidad de seguir aprendiendo con proyectos de mayor envergadura que después podríamos aplicar en nuestros propios proyectos.

Últimamente, una de las cosas que más estoy echando de menos es tener un “jefe”. Sé que puede sonar raro. Cuando digo jefe me refiero a tener un referente del que aprender. Supongo que por eso hago cursos y más cursos, aunque muchos se quedan a un nivel muy superficial y a veces resulta difícil avanzar al ritmo que te gustaría. Aunque está surgiendo una ola de consultores y mentores ofreciéndose como esta “figura”, la mayoría están más enfocados al marketing y a los resultados que a la propia profesión del creativo o diseñador.

Para mi ser freelance no significa trabajar solo, si no tener la libertad de escoger en qué proyectos participar, cuándo y con quién trabajar. Queda mucho por hacer y descubrir, y en parte, es lo que hace que a día de hoy ser freelance sea tan apasionante.

Podéis encontrar a Laia en su web, su Facebook, LinkedIn e Instagram.